
Durante nuestra estancia en Sudáfrica, pudimos aprender sobre la imminente amenaza de la extinción de los rinocerontes. Visitamos dos reservas privadas y vimos que tienen que estar vigilados las 24 horas del día e incluso les cortan el cuerno para protegerles de no ser asesinados.
Es un verdadero combate entre los equipos de protección, que a menudo carecen de recursos y reciben un salario modesto, y los cazadores furtivos con su equipo de alta tecnología para rastrear y matar a estos hermosos animales.
Esto nos ha impactado mucho y nos ha incitado a ayudar.
A través de Rolling Mountains queremos apoyar la causa para proteger y, con suerte, salvar a los rinocerontes.
Durante nuestra estancia en la cordillera de Drakensberg, ascendimos a la cumbre del Rhino Peak, un ascenso de 1300m en 10 km a través de un hermoso valle. Nos dio mucho tiempo (1h33 y 1h46) para reflejar sobre el tema y hacer un plan de acción!
Con nuestra iniciativa esperamos crear conciencia para que la gente pueda actuar y poner su grano de arena para ayudar también.
Esperamos que mediante la educación y la financiación a asociaciones o reservas que inviertan los fondos al 100% en proyectos de conservación (!!!) se puedan salvar al rinoceronte de la extinción.
Ojalá nuestros niños y generaciones futuras tindran la oportunidad de seguir disfrutando y apreciando el rinoceronte en la naturaleza.
Si también apoyas esta causa, no lo dudes y haz una donación aquí:

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¿Quieres saber más?
El rinoceronte tiene una larga historia que abarca los últimos 55 millones de años. Hoy en día su población es de 28.000 en todo el mundo.
Si bien en la antigüedad sus antepasados formaban parte de un grupo más grande, distribuido en América, Eurasia y África, hoy en día solo quedan cinco especies.
África es el hogar de dos especies, el rinoceronte blanco y el negro. Existen principalmente en los países del sur de África, entre los que se encuentra Sudáfrica. Las otras tres especies viven en el sur de Asia.
Naturalmente, el rinoceronte tiene una densidad de población relativamente baja y una tasa de reproducción lenta. Sin embargo, a causa de haber sido cazados por deporte y por sus cuernos valorados en el mercado negro, ambas especies luchan para sobrevivir y se enfrentan a la extinción a menos que se cambien las tendencias actuales.
Se pensaba que la subespecie meridional del rinoceronte blanco estaba extinta hasta que se descubrió una pequeña población de menos de 50 en 1895, lo que llevó a la proclamación del Parque Hluhluwe iMfolozi, la reserva natural más antigua de África.
En 1933 solo quedaron alrededor de 110 individuos del rinoceronte negro.
Gracias al Parque Hluhluwe iMfolozi, tanto el rinoceronte negro como el blanco pudieron recuperarse y, en la década de 1950, la especie se recuperó.
Desafortunadamente, la demanda de cuernos de rinoceronte explotó y la caza furtiva se convirtió en una gran amenaza para su existencia. Desde la recuperación que llegó hasta 70.000 rinocerontes negros en 1970, hasta la casi extinción en 1992. El 96% fueron asesinados ilegalmente quedando solo 2300.
Todavía menos suerte tuvo el rinoceronte blanco del norte. De los 2500 ejemplares en 1960, ahora solo quedan 2 hembras por lo que está extinguida. Ni la negra occidental que en 2010 fue declarada oficialmente extinta.
Los esfuerzos de conservacion en Sudáfrica fueron muy eficaces logrando tener 20.000 ejemplares de rinoceronte blanco del sud hasta 2008. Pero con la creciente clase media de los países asiáticos como China y Vietnam, la demanda se volvió más alta que nunca y el comercio ilegal se intensificó.
Solo en la última década Sudáfrica ha perdido más de 8320 rinocerontes a causa de los cazadores furtivos y esta aniquilación amenaza con llevarlos a la extinción.